Bombay, fotos del rodaje.

Bombay es la puerta de la India y también uno de los lugares más impactantes que he visitado en mi vida. No sé si veré un lugar igual alguna otra vez. Es muy loco.

Como éste es un blog para recordar cosas que normalmente olvido, antes de que sea demasiado tarde, recogeré aquí alguna de las anécdotas.

Huele todo muy mal. Los animales campan a sus anchas. Recuerdo ver cuervos a punta pala. Pero también recuerdo haber visto cabras y vacas. Una de las imágenes que tengo en la cabeza y que no pude fotografiar, es la de una cabra en una calle muy transitada atada a un poste y mirando a la pared. Quieta y sin moverse.

Una mañana quisimos invitar al equipo a un café en el hotel antes de empezar la jornada y desde recepción nos pidieron que nos aseguráramos de que se iban todos los que había entrado. Son muy racistas. Y muy clasistas. Y la mayoría de la gente a la que ves todo el rato, mires donde mires, es muy humilde y sencilla.

Está todo hecho un desastre, pero tiene un encanto que no soy capaz de describir. Es el encanto que tiene el caos. Lo desordenado. A ratos, es demencial y peligroso. Como el tráfico, con el constante pitido de cientos de coches. Los desplazamientos de mínimo una hora para ir a cualquier sitio. El lujo de los que tienen dinero que es exagerado también. 

Las chabolas junto a altísimos edificios hipertecnológicos. 

Más de 17 millones de almas sólo en la ciudad. Si se suman los alrededores, llega a los 25 millones de personas. Se hablan 32 idiomas y se come muy bien. No hemos tenido ningún reparo en comer todo lo que nos servían. Sólo hemos ido con cuidado con el agua. Lo demás, lo hemos disfrutado y saboreado todo lo que hemos podido.

Muy recomendable si te va la aventura, aunque yo, o es por trabajo, o no vuelvo otra vez.